sábado, 23 de noviembre de 2013

Artículo recibido de DEVOCIONALES CRISTIANOS.

Como Cristiano, ¿Has comprobado tus motivaciones últimamente?
“TODOS LOS CAMINOS DEL HOMBRE SON LIMPIOS EN SU PROPIA OPINIÓN, PERO EL SEÑOR ES QUIEN PESA LOS ESPÍRITUS” (Proverbios 16:2)
¿Eres rápido a la hora de cuestionar las motivaciones de los demás pero lento en el momento de hacerlo con las tuyas? Henry Blackaby habló de un hombre con un muy alto concepto de si mismo que oraba: “Algo no marcha bien, Señor. Leo y oro regularmente, voy fielmente a la iglesia, siempre hago donaciones a obras benéficas, y sin embargo, no tengo mucho. Mi hermano no hace nada de esto y, no obstante, él tiene un montón de dinero. ¿Cómo puede ser que a él le has dado tanto y a mi tan poco?”. Después de una pausa, una voz dijo: “¡Porque te crees un santurrón y eres como un dolor de muelas!”.
No puedes engañar a Dios con justificaciones altivas; Él mira en los corazones y juzga nuestras motivaciones. Él Señor sabe cuando haces lo correcto por razones incorrectas. Puedes estar en la iglesia con el corazón lejos de Dios. Los israelitas lo hicieron (ver Isaías 1:10-17).
Puedes ayudar a los necesitados y aun así ser ambicioso de dinero; Judas lo hizo (ver Juan 12:4-8). Puedes proclamar tu amor por Jesús y al mismo tiempo favorecer la causa de Satanás; Pedro lo hizo (ver Mateo 16:21-28). Puedes hacer sacrificios mientras vives en desobediencia; Saúl lo hizo (ver 1 Samuel 13:8-10). Puedes orar por motivos incorrectos; algunos cristianos del Nuevo Testamento lo hicieron (ver Santiago 4:3).
La Biblia dice: “todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión, pero el Señor es quien pesa los espíritus” (Proverbios 16:2).
Dios busca una sola cosa: amor. Todo lo que haces debe ser motivado por amor a Él y a los demás. Así que echa un largo y profundo vistazo más allá de tus hechos, a lo que hay detrás de ellos. Entonces pídele al Señor que te muestre lo que Él ve cuando los examina…