sábado, 6 de diciembre de 2014

ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO.

Tenemos tres formas de existir en nuestra persona:
ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO, con los tres nacemos, morimos, y resucitamos, para vida eterna (se efectuará para los que se han entregado en al Señor Dios Todopoderoso en el Señor Jesús, en Su Segunda Venida en breve), o para la muerte absoluta (será mil años después de la Segunda Venida del Señor en Su Reino de gloria).
Hay creencias que dicen que al morir una persona, sale el espíritu o el ser interior y se va al cielo.
Para unas personas ese ser fallecido está en el cielo con el Señor, para otras toma otro cuerpo -otra persona- con la que se van perfeccionando gradualmente a través de todas las vidas que consideren necesarias.
Realmente si esto fuese así, como es que el mundo está tan caótico, debería de estar más perfeccionado y en armonía, sinceramente cada vez va a mayor desastre, más asesinatos, más enfermedades, más corrupción, mas desaliento y angustia, peor economía y más desunión en las familias además de enfrentamientos.
Si estuvesen en el cielo, se supone que ya no tienen necesidad de ser juzgados, ni de que el Señor venga en Su Reino a resucitarles, puesto que ya están allí en el cielo.
LA VERDAD está escrita gracias al amor de Dios que no quiere que estemos confundidos ni despistados, mirando y creyendo en la dirección equivocada, para que podamos aprovechar el tiempo que el estima para cada uno, sabiendo de nuestra limitación y forma de ser (corazón endurecido y torpe), y ser restaurados y sanados, TRANSFORMADOS, a Su imagen y semejanza de nuevo.
NACER DE NUEVO, de la mano de DIOS.
Somos restaurados. Dios restaura nuestro espíritu y nuestra alma, a través de Su Santo Espíritu.
ESTO ES LA CONVERSIÓN.
Es imprescindible para poder estar en el cielo.
Nadie se va al morir, sin más.
Enoc, Moisés, Elías y un grupo de personas que resucitaron el Día de las Primicias con el SEñor Jesús, están en el cielo, para esto fueron transformadas durante su vida en la tierra, como ahora estamos nosotros, y resucitados, en espíritu, alma y cuerpo, y cuerpo es en carne y hueso, con el mismo cuerpo con el que está ahora. (Moisés y el grupo de santos que fueron no solo resucitados sino también ascendidos con el Señor Jesús), Enoc y Elías fueron gualmente transformados en su interior, pero no murieron, fueron ascendidos vivos.
También en el momento en que el Señor resucita a estas personas, o estén vivas, TRANSFORMA SU CUERPO FÍSICO, deja de ser corrupto ( que tiene riesgo de enfermedad) y de ser mortal, los convierte en INCORRUPTOS E INMORTALES por LA ETERNIDAD..
Todas las demás personas están en la tierra, ya sea muertas o vivas, hay que ser transformado, restaurado por el poder de Dios y resucitado si hay muerto, con los tres cuerpos, Dios pondrá de nuevo el aliento de vida (Ruaj) en ellos, recomponiendo su cuerpo en las tres formas, y ascenderlos.
O bien resucitan, pero no fueron transformados su espíritu ni su corazón (conciencia y alma) en vida, no quisieron formar parte del pueblo de Dios, NO ACEPTARON al SEÑOR JESÚS como su Salvador personal, por tanto resucitan, pero para desaparecer en materia y en esencia, como indica el Libro del Apocalipsis.
Al morir un ser humano, lo que sale es ALIENTO DE VIDA, que recibimos en nuestro ADN, a través del esperma del hombre, el padre, y el óvulo de la mujer, la madre, que también recibieron geneticamente de sus padres y así sucesivamente de sus antepasados, hasta llegar al primer hombre Adán, quién recbió del Señor el "aliento de vida".
Por esto, es importante saber que lo que vuelve a Dios es el ALIENTO DE VIDA (Ruaj), que está en el espíritu, no sale una persona en forma de espiritu y va a través del espacio, el Señor Jesús después de su resurrección cuando se puso en medio de ellos, les dijo : S. Lucas. 24: 39." Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como véis que yo tengo". Quiere decir que cuando fallece un ser humano, expira expulsando el aliento de vida que Dios sopló en la nariz de Adán y que recibimos a través de padre y madre, no una persona en forma de nube que sale de tí, por tanto el cuerpo físico va a la tierra, el ALIENTO DE VIDA (que está dentro del espíritu) vuelve a DIOS, el espíritu (intuición y conciencia) y el alma (mente, ánimo y voluntad), se duermen perdiendo toda consciencia y memoria.
En el Libro de Eclesiastés en La Biblia, habla sobre que sucede al morir el ser humano que no participa en nada de lo que sucede en la tierra, pero está en ella, aúnque muerto e inconciente (el sueño como Jesús decía).
Entonces no sale nada de tí que va a ningún sitio, y tampoco se va el espíritu entero, sino EL ALIENTO DE VIDA (Ruaj), que es lo que hace que podamos ser formados en el viente de la madre y vivir, ser seres vivientes (Nefesh) y tener unos pensamientos y emociones, con conciencia o inteligencia por lo bueno (santo) y desearlo (Neshamá).