domingo, 11 de diciembre de 2011

I Tesalonicenses 5:1-11 . Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no teneis necesidad, hermanos de que yo os escriba. Porque vosotros sabeis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y Seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Más vosotros hermanos no estais en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día, no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto no durmamos como los demás, sino velamos y seamos sobrios. Pués los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fé y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con El. Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo estais haciendo.