lunes, 2 de diciembre de 2013

LA BIBLIA. SALMOS 51. del REY DAVID. Recogido de un texto del Blog: Rompiendo paradigmas.









ORACION A YAHUVAH (JEHOVÁ) NUESTRO DIOS DEL REY DAVID.

Salmos 51:2-13  Lávame por completo de mi maldad, y límpiame de mi pecado.  (3)  Porque yo reconozco mis transgresiones, y mi pecado está siempre delante de mí.  (4)  Contra ti, contra ti sólo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos, de manera que eres justo cuando hablas, y sin reproche cuando juzgas.  (5)  He aquí, yo nací en iniquidad, y en pecado me concibió mi madre.  (6)  He aquí, tú deseas la verdad en lo más íntimo, y en lo secreto me harás conocer sabiduría.  (7)  Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve.  (8)  Hazme oír gozo y alegría; que se regocijen los huesos que has quebrantado.  (9)  Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis iniquidades.  (10)  Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.  (11)  No me eches de tu presencia, y no quites de mí tu santo Espíritu.  (12)  Restitúyeme el gozo de tu salvación, y sostenme con un espíritu de poder.  (13)  Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos (Sendas, Torá), y los pecadores se convertirán a ti.

 Recogido de un texto sobre La Mikvá y las Sendas antiguas (la Torá)
del Blog: Rompiendo paradigmas.